¿Qué es el sedentarismo?
El sedentarismo infantil es una problémica que, en los últimos años, ha cobrado mayor relevancia debido a la creciente influencia de la tecnología en la vida cotidiana. Se caracteriza por niveles insuficientes de actividad física, donde los niños no alcanzan los 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa recomendados, y pasan períodos prolongados en actividades que requieren poco gasto energético, principalmente en posición sentada o reclinada durante sus horas de vigilia (1).
Factores
1. Aumento del tiempo frente a pantallas: La sobreexposición a medios virtuales, el contenido de gratificación instantánea y la facilidad de acceso a estos, acostumbran al cerebro a recibir recompensas rápidas en lapsos breves, lo cual fomenta el consumo prolongado de este tipo de contenido. Actualmente, los niños de tan solo 2 años pasan en promedio alrededor de 2 horas frente a pantallas (2), y este tiempo tiende a aumentar con los años, desplazando actividades físicas y reduciendo el tiempo destinado a experiencias más activas y enriquecedoras.
2. Horarios ocupados y sobrecarga de actividades escolares: La vida de los niños hoy en día se encuentra cada vez más estructurada, con agendas llenas de clases adicionales, tareas y actividades académicas, lo cual les deja poco tiempo para el juego libre y la actividad física espontánea. Esta situación, sumada a la fatiga generada por las obligaciones escolares, resulta ser un factor importante que contribuye al sedentarismo (3).
3. Urbanización y estilos de vida modernos: La urbanización promueve el uso de transporte motorizado, escaleras eléctricas y ascensores, reduciendo la actividad física diaria. Además, la inseguridad y la falta de espacios recreativos llevan a los padres a mantener a los niños en ambientes cerrados, fomentando un estilo de vida más sedentario (4).
4. Mercadeo de entretenimiento sedentario: La preferencia por actividades como los videojuegos, juegos en el celular, ir al cine u otras formas de entretenimiento que requieren estar sentados ha desplazado las opciones de ocio activo. Los niños pasan largas horas en estas actividades, acostumbrándose a un estilo de vida sedentario que limita su movimiento y reduce el tiempo dedicado a juegos físicos o al aire libre (5).
5. Menor promoción de actividad física y mayor énfasis al rendimiento académico: Hoy en día, el enfoque en el rendimiento académico ha desplazado la importancia de la actividad física en la vida de los niños. La carga de tareas, clases adicionales y el tiempo dedicado al estudio limitan las oportunidades para el ejercicio, mientras que la actividad física suele pasar a un segundo plano, vista como menos prioritaria frente a las exigencias escolares (6).
Consecuencias
Un estilo de vida poco activo o casi nada activo es como un imán a las enfermedades crónicas. Al no moverse de forma regular, aumenta significativamente el riesgo de:
2. Enfermedades del corazón
3. Presión arterial alta.
4. Colesterol alto
5. Diabetes tipo 2
6. Osteoporosis y caídas severas
7. Aumento de sentimientos de depresión y ansiedad
Este estilo de vida tan inmóvil tiene consecuencias severas en la salud de muchos jóvenes, teniendo más probabilidad de tener una muerte prematura. Tiene una relación directa: mientras más sedentario sea, más riesgos en su salud (7).
Soluciones
Este fenómeno no solo afecta su salud física, sino también su bienestar emocional y social, ya que el tiempo sedentario desplaza el juego activo y las interacciones sociales que son fundamentales para su desarrollo. No obstante, existen prácticas que aumentan la actividad y contrarrestan esta problemática mundial: (4,7)
1. Limitar el tiempo frente a pantallas:
Establecer límites claros para el tiempo de uso de dispositivos electrónicos es esencial. Se recomienda que los niños pasen no más de 1 a 2 horas al día frente a pantallas, lo que liberará tiempo para actividades más activas.
2. Agregar las pausas activas en jornadas de estudio:
Incorporar pausas entre horas de estudio, siendo el principal propósito moverse, estirarse, caminar y salir de los espacios donde estuvieron sentados por un largo periodo.
3. Incorporar actividad física en el hogar:
Las tareas domésticas como limpiar, acomodar los muebles, habitaciones o espacios dentro de la casa, se pueden convertir en actividades físicas. Son opciones en las que pueden hacer dos cosas a la vez, reacomodar tus espacios y moverte más mientras limpias.
4. Estiramientos matutinos:
Después de un largo período de descanso durante la noche, nuestro cuerpo tiende a sentirse adormecido y con poca energía. Por eso, activar tanto el cuerpo como la mente al despertar es esencial para prepararnos para las actividades del día. Comenzar con rutinas simples que impliquen mover las articulaciones y realizar ejercicios dinámicos permite despertar los músculos de forma suave y progresiva. A medida que se va incorporando esta práctica a la rutina diaria, es posible aumentar la intensidad gradualmente, transformando estos estiramientos matutinos en una rutina de entrenamiento más completa.
5. Estiramientos nocturnos:
Antes de dormir, mover el cuerpo ayuda a conciliar el sueño de manera más efectiva, ya que relaja tanto el cuerpo como la mente, aliviando las tensiones acumuladas durante el día. El tiempo prolongado sentado, especialmente en posiciones que afectan la espalda, hombros, lumbares y caderas, puede generar molestias. Realizar estiramientos suaves antes de acostarse es una práctica saludable que prepara al cuerpo para el descanso. Al estirarnos, liberamos tensiones, relajamos los músculos y mejoramos la calidad del sueño, lo que nos permite despertar renovados y con más energía al día siguiente.
Conclusión
El sedentarismo infantil es una preocupación creciente, alimentada por el aumento del tiempo frente a pantallas y la sobrecarga de actividades escolares. Para combatirlo, es fundamental fomentar la actividad física diaria, limitando el tiempo frente a dispositivos y promoviendo rutinas de ejercicio. Las familias, escuelas y políticas públicas deben trabajar juntas para garantizar un estilo de vida activo y saludable.
Referencias
1. (run) MPA. Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios: de un vistazo [Internet]. Who.int. World Health Organization; 25 de noviembre de 2020 [citado 2 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240014886
2. Tiempo de pantalla y los niños [Internet]. Medlineplus.gov. [citado 2 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000355.htm
3. Ametlla M. Niños con agendas sobrecargadas: las consecuencias de que no tengan ni un minuto libre [Internet]. Ediciones EL PAÍS S.L. 2024 [citado 2 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://elpais.com/mamas-papas/actualidad/2024-10-15/ninos-con-agendas-sobrecargadas-las-consecuencias-de-que-no-tengan-ni-un-minuto-libre.html
4. Mustieles Granell F, Petzold-Rodríguez A, Gilarranz Runge C, Schumacher González M. Ciudades: sedentarismo y obesidad. Inter Discip [Internet]. 2023 [citado 2 de noviembre de 2024];11(31):247-71. Disponible en: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-57052023000300247
5. Ugr.es. [citado 2 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/39372/Vol6%281%29_003_jett_castro_mart%C3%ADnez_zurita_chac%C3%B3n_espejo_cabrera.pdf?sequence=1
6. Pan American Health Organization. Immunization newsletter, v.22, n.4, Aug. 2000. Immunization Newsletter (EPI Newsletter);v22, 2000 [Internet]. 2000 [citado 2 de noviembre de 2024]; Disponible en: https://iris.paho.org/handle/10665.2/53974
7. Riesgos de una vida sedentaria. Fitness and Exercise [Internet]. 2017 [citado 1 de diciembre de 2024]; Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/healthrisksofaninactivelifestyle.html
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